Cuando el artesano ya ha transformado su materia prima; se preparan los capullos para la limpieza de la seda, con la habilidad los maestros artesanos abren los capullos con los dedos formando una pequeña madeja que sostiene con la mano e inmediatamente empieza a hilar con la mano jalando las hebras del capullo sujetándolas en el malacate y torcerla para sacar el hilo al mismo tiempo que hace girar el uso del malacate en una jícara, a diferencia de torno eléctrico que de la misma manera el artesano sujeta con la mano las hebras del capullo y luego con la presión de los pies sobre el pedal gira el torno y le da forma al hilo de seda
Una vez que el artesano tuerce el hilo lo sacan del uso y forman bolas de hilo de seda que después se usa para tejer.